Monday, April 28, 2014

Quezon y El Idioma Inglés (1921)

Hace pocos meses mi familia y yo tuvimos la oportunidad de comer en el restaurante “Guevarra”1. Mi cuñada decidió celebrar su cumpleaños en este restaurante de Chef Laudico. Nos pusieron en un comedor privado, separado del resto del buffet,  para gozar de una cena tranquila y íntima con familia y amigos. El ambiente era como en una casa vieja, y la cena fue agradable y abundante. Había muchos potajes (platos) de comida diferentes para elegir. Si quieres disfrutar de una buena comida tradicional de Filipinas, a la vez que modernizada, este sitio es una buena opción.

Mi foto del restaurante «Guevarra»




Interesantemente, este lugar es una antigua casa rehabilitada,  la que antes era una mansion construida en los años veinte. El restaurante está situado en el barrio rico de San Juan, y lleva el nombre del Senador Pedro Guevara, quien fue un político y periodista del diario español Soberanía Nacional. Entre 1923 y 1936 fue elegido siete veces como representante (Comisionado Residente de las Filipinas)  en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos. Como el presidente Quezon, el Sr. Gueverra era un castellanohablante de origen tagalo y aprendió inglés como tercer idioma. Parece que todos los filipinos que eran alguien en aquella época eran castellanohablantes.



Desde aquella noche he pensado en por qué los autoridades no pudieron conservar el idioma español en las Filipinas. Los líderes filipinos pensaban que era necesario adoptar un lenguaje común, como fundamento de la unidad e identidad nacional. Según de la Revista Filipina del año1912, el país «debe tener un solo lenguaje oficial. Hasta el presente se han usado el inglés y el castellano, común o simultáneamente

Los periodicos bilingües eran comunes en la década de 1920.


Lo que se me ocurre que los políticos filipinos apoyaron el plan de los norteamericanos para la adopción del inglés, en lugar del español, como el sólo idioma oficial. Es triste, pero cierto que nuestro mestizo presidente, Manuel Quezon, prefirió inglés sobre su materna lengua. Años después, la fuerte personalidad de Quezon fue predominante el factor decisivo en la campaña por la aprobación del tagalo como la otra lengua nacional. El castellano dejó de ser enseñada en las escuelas primarias y secundarias, y lentamente desapareció del uso general debido a que la nueva generación de los estudiantes no lo hablaba.


1. Guevarra - una variante de la ortografía del apellido Guevara

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    Uno de los mayores problema que tiene que resolver Filipinas es la cuestión del idioma. Una nación que aspira a ser independiente, como Filipinas, debe tener un solo lenguaje oficial. Hasta el presente se han usado el inglés y el castellano, común o simultáneamente. Se han dado seguridades de que el inglés será en definitiva el idioma oficial de estas Islas, habiéndose hecho esta promesa hace muchos años. Pero esa promesa no se ha cumplido hasta la hora presente. Consuela, sin embargo, saber que aunque no se ha cumplido la promesa, tampoco se ha dado un paso atrás en este particular. Los millones de niños de las escuelas públicas se alegrarán de saber que el Presidente del Senado, el Sr. Quezon, no favorece ningún otro idioma más que el inglés, como idioma oficial de Filipinas, cual lo demuestra el discurso que pronunció ante la Inter-Alumni Union el  12 de marzo, en el que dijo en parte:

     “Acabo de leer vuestra constitución y veo que uno de los fines que perseguís es la declaración  del inglés como el único idioma oficial de Filipinas. he sido partidario de esa idea, mucho antes de saber el inglés, y, realmente, creo que esta no es una cuestión discutible. Lo han resuelto hace tiempo nuestro Gobierno y nuestro pueblo. Cuando se declaró que el inglés  se enseñase en las escuelas públicas, eso equivalió  a una declaración definitiva, de parte del Gobierno, de que el inglés será finalmente adoptado como el único idioma oficial de las Islas Filipinas. Porque sería desperdiciar el dinero el enseñar un idioma que no pudiesen usar los hombres y las mujeres, que tienen que pasar muchos años asistiendo a las escuelas para conocerlo. Y no sólo sería malgastar el dinero, sino cometer una injusticia con esos jóvenes de ambos sexos. Por supuesto, el inglés tiente que ser el idioma oficial de las Islas Filipinas.

 
Manuel Quezon (circa 1920)
  
Estaría fuera de lugar el pensar en cualquiera de nuestros dialectos para este fin, porque no podríamos convenir en cuál debería adoptarse. Como tagalo que soy, lucharé hasta el fin de mi vida por la adopción del tagalo, y el Sr. León, vuestro Presidente, hará todo lo  posible para que el ilocano sea el idioma oficial. Además, nuestros dialectos carecen de la literatura necesaria para la educación y ejercicio mental de nuestros jóvenes. Si tenemos que escoger un idioma extraño, el inglés es el único. Es el idioma internacional en el Extremo Oriente. Recuerdo que, cuando salí de Filipinas por primera vez, en mi viaje a Rusia — eso fue en 1909 y no sabía más que el castellano – desde que puse el pie en Hongkong hasta que me encontré con el primer filipino en Paris, no podía entender a ninguna de las personas con quien me encontraba. Aquel viaje me hizo aprender el inglés.

    En cierta ocasión, me senté a una mesa y quise pedir huevos. Cogí el menú y apunté algo que había en él, creyendo que decía huevos. Me dieron pescado. Así fue que desde entonces me convenció de que si quería comer huevos y no pescado, tenía que aprender el inglés.

    Pero hay otras razones más importantes, uno de los fines de esta sociedad, según supe esta noche, es mantener las instituciones democráticas, y el idioma inglés, amigos míos, es el medio mejor de conservar las instituciones democráticas en Filipinas. No quiero ser más impopular de lo que soy ahora entre los españoles y, por tanto, no voy a decir qué  es lo que se puede saber de la libertad por medio del castellano. Sólo diré que, si queréis tener una noción y concepción claras de la libertad, tenéis que obtenerlas de la literatura inglesa.

   Pero hay otra razón más importante en estos tiempos que todas las otras, desde nuestro punto de vista. Sabéis que nos cuesta mucho convencer a ciertos americanos de que debemos tener un gobierno independiente. Los que se oponen a la independencia filipina, como he dicho en varias ocasiones, pueden dividirse en dos o tres clases. No voy ahora a definir a estas clases diferentes, sino quiero solamente decir que podemos llegar a todos ellos mediante una forma de razonamiento. Cuando ellos vean que el dedo del destino señala un día en que nuestra separación tiene que efectuarse, querrán por lo menos saber que algo permanente se ha hecho aquí por el pueblo americano. Y eso halagará el orgullo de la nación americana, sus sentimientos, que, según el Sr. De Joya, gobiernan el mundo.

    Sería motivo de orgullo y satisfacción para el pueblo americano el saber que los Estados Unidos no han perdido aquí el  tiempo, que algo suyo ha permanecido y permanecerá para siempre en las Islas. Agradará a la nación americana la noticia de que, aun después de haber sido arriada su bandera, las instituciones y los ideales americanos han venido a ser una herencia para el pueblo filipino. Estará segura de ello cuando sepa que el idioma inglés ha sido adoptado por el pueblo de Filipinas como idioma oficial. Esto  es tan importante que cuando era Comisionado Residente en los Estados Unidos, me encontraba en mis viajes con gente que discutía conmigo sobre la independencia de Filipinas y generalmente, al final de la discusión, me preguntaban: “¿Cuál será vuestro idioma? ¿Qué idioma se os enseñara, cuando os dejemos? Saben, naturalmente, que el inglés se enseña en las escuelas. Yo contestaba invariablemente que sería el inglés. Digo, pues, que la adopción del inglés, como idioma oficial de las Islas Filipinas, es un buen medio para conseguir la independencia filipina. “

Revista Filipina
Abril- Mayo 1921